El pasado 22 de septiembre se llevó a cabo la novena reunión de miembros de la Red Latinoamericana de Cumplimiento. El tema central fue: ¿Cómo formar a la Junta Directiva y a los colaboradores en temas de integridad? ¿Qué funciona? ¿Charlas? ¿Workshops? ¿Cómo evaluar la interiorización de los códigos de ética de la organización? El experto invitado fue Nelson Rafael Aguilar Díaz, Gerente Regulatorio en Brenntag Latín América.
Nelson empezó contando sobre su experiencia en investigación en inteligencia de lavado de dinero, desvío de fondos y auditoría interna en las empresas de químicos, desde donde llegó a Brenntag Latín América, una empresa alemana del sector de distribución de químicos, donde implementó la cultura “conozca a su cliente”, – que había conocido en el sector financiero -, relacionada con la debida diligencia sobre beneficiarios finales y el reporte de actividades sospechosas, para reducir los riesgos de uso ilícito de los productos químicos comercializados por la empresa.
Teniendo en cuenta su experiencia, hizo énfasis en la importancia de demostrar, con ejemplos prácticos, al Comité Directivo o al Consejo de Administración de las empresas, que la elaboración e implementación de los programas de Integridad y Cumplimiento
Legal, no representan un gasto, sino que son realmente una inversión que genera valor y contribuye a la seguridad y sostenibilidad de las empresas, para luego capacitar a sus integrantes mediante la implementación de un programa de integridad corporativa.
La implementación de los programas de integridad varía según el área de la organización a la que va dirigida. Pero lo que cambia es la fase uno, que es la identificación de riesgos legales. Se puede abordar con metodologías certificables o no certificables.
Para convencer a los directivos de que apoyen la gestión de riesgos de cumplimiento, primero se hace un mapeo de riesgos legales con la metodología de la ISO 19600 de identificación de riesgos, como norma supletoria después de haber implementado la gestión integral de calidad, de las Normas de Calidad, Seguridad y Ambiente ISO 9001, 18000 y 45000.
El papel del oficial de cumplimiento es prevenir un riesgo de tipo legal que pueda poner en jaque a la organización, pues una multa, una sanción o un procedimiento penal administrativo, puede traer grandes consecuencias para una empresa. De ser posible, se debe optar por mostrar con indicadores o cifras los ahorros generados gracias a la implementación de estos programas de integridad.
Otro punto importante es articular las diferentes áreas y superar las dificultades. Compliance no es un área, son varias áreas y eso lo dice la ISO 37301, que es la nueva versión de la ISO que certificaría una gestión de prevención de riesgos de fraude y corrupción. Si este concepto es que “todos somos compliance”, logramos que cada uno sepa que, con su trabajo y comportamiento ético, está contribuyendo al resultado total de la empresa.
Para finalizar, Nelson disertó sobre la implementación de programas de integridad como una herramienta del mejoramiento continuo en las organizaciones, así como, sobre la gran utilidad del área de recursos humanos y de la entrevista de salida del colaborador que es despedido como resultado de una investigación por violar el código de integridad de la empresa. Esta entrevista, es un instrumento muy útil para estudiar el triángulo del fraude, que se divide en oportunidad, motivación y racionalización, porque puede contribuir de manera significativa a encontrar y superar la falla en el control interno, que hizo posible que un riesgo de corrupción o fraude se materializara en la empresa.